Después de tanto tiempo de estar un poco alejada de las imágenes y sucesos que ocurren en México, vuelvo a retomar un poco sus caminos y a informarme de lo novedoso que ahí sucede. Esta vez me voy a referir a un acontecimiento que debería tomarse como modelo en otros países del sur. Sucede que los gobernantes de la Ciudad de México tuvieron la maravillosa idea de aprovechar las vías del Ferrocarril de Cuernavaca (clausurado entre 1994-1997) y que ya no se usan para así convertirlo en una pista para regocijo de los ciclistas y peatones de la Ciudad y sus visitantes. A estas se le conoce hoy como las Ciclopistas.de la Ciudad de México.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador transformó las vías abandonadas del ferrocarril México – Cuernavaca en una pista pavimentada para ciclistas y peatones.
Tres circuitos fueron los primeros en ser inaugurados en enero del 2004:
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador transformó las vías abandonadas del ferrocarril México – Cuernavaca en una pista pavimentada para ciclistas y peatones.
Tres circuitos fueron los primeros en ser inaugurados en enero del 2004:
- Un circuito corre sobre el derecho de vía del ferrocarril México – Cuernavaca y va desde la Avenida Ejército Nacional en Polanco hasta el Viaducto Miguel Alemán en Tacubaya.
- Otro circuito se inauguró en las instalaciones del Bosque de Chapultepec y recorre las tres secciones del Bosque.
- El tercer circuito corre desde el Bosque de Chapultepec hasta el Zócalo de la Ciudad de México por la avenida Paseo de la Reforma.
Para abril de 2004, a propósito del día del niño, se inauguró en el Sur de la Ciudad de México un cuarto circuito de la red de ciclopistas. Esta pista oficialmente se le conoce como la “Ciclopista Rural de Tlalpan” y para muchos entendidos es la mas espectacular de todas.
A diferencia de los tres circuitos arriba mencionados que transitan en medio de la ciudad de México, entre las calles y edificios de la urbe, esta ciclopista rural atraviesa bosques, zonas de cultivo y zonas de pastoreo. Está alejada del ruido, el estrés, los taxistas, los microbuseros y la contaminación de la ciudad de México.
A diferencia de los tres circuitos arriba mencionados que transitan en medio de la ciudad de México, entre las calles y edificios de la urbe, esta ciclopista rural atraviesa bosques, zonas de cultivo y zonas de pastoreo. Está alejada del ruido, el estrés, los taxistas, los microbuseros y la contaminación de la ciudad de México.
Al pasear por la Ciclopista Rural de Tlalpan uno puede:
- Apreciar espectaculares panorámicas de la ciudad de México (en días despejados);
- Ver los campos de cultivo (en junio – agosto es reconfortante ver como los campos se transforman de secos e inhóspitos páramos en fuente de vida inagotable...);
- Escuchar el trino de las aves;
- Ver a las águilas planear;
- Sorprenderse cuando un teporingo (un conejo autóctono) o una ardilla cruzan la ciclopista valientemente;
- Respirar el aire puro del bosque;
- Ver a los borregos y vacas pastando;
- Sentir como el sol tuesta la piel...
- Sentir la adrenalina al huir en loca carrera cuando los perros de rancho deciden perseguir al ciclista
Como la ciclopista sigue el curso del ferrocarril, no hay pendientes pronunciadas. Consecuentemente no se requiere ser un pro, no se requiere ser Lance Armstrong para disfrutar el recorrido. Cualquiera puede pasear por ahí y pasar una buena tarde.
Para leer mas sobre los recorridos, mapas, o direcciones de cómo acceder a estas vías les indico el enlace de donde he sacado la información sobre este post.
- Apreciar espectaculares panorámicas de la ciudad de México (en días despejados);
- Ver los campos de cultivo (en junio – agosto es reconfortante ver como los campos se transforman de secos e inhóspitos páramos en fuente de vida inagotable...);
- Escuchar el trino de las aves;
- Ver a las águilas planear;
- Sorprenderse cuando un teporingo (un conejo autóctono) o una ardilla cruzan la ciclopista valientemente;
- Respirar el aire puro del bosque;
- Ver a los borregos y vacas pastando;
- Sentir como el sol tuesta la piel...
- Sentir la adrenalina al huir en loca carrera cuando los perros de rancho deciden perseguir al ciclista
Como la ciclopista sigue el curso del ferrocarril, no hay pendientes pronunciadas. Consecuentemente no se requiere ser un pro, no se requiere ser Lance Armstrong para disfrutar el recorrido. Cualquiera puede pasear por ahí y pasar una buena tarde.
Para leer mas sobre los recorridos, mapas, o direcciones de cómo acceder a estas vías les indico el enlace de donde he sacado la información sobre este post.
y para completar el artículo les dejo algunos videos que me pasaron sobre estas ciclopistas . Los que no podemos estar en Ciudad de México podemos por lo menos disfrutar de sus paisajes a través de otros ojos..
INFORMACION CICLOPISTAS
Rodada Frontera-frontera 2008 Parte 1
CICLOPISTAS DF
INFORMACION CICLOPISTAS
Rodada Frontera-frontera 2008 Parte 1
CICLOPISTAS DF